Pertusis En Niños
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CUIDADO AMBULATORIO:
La pertusis
o tos ferina es una infección que se presenta en la nariz, garganta y pulmones. Los conductos respiratorios de su niño se reducen y se tapan con flema gruesa. Esto podría provocarle ataques de tos. Cualquier persona puede presentar la pertusis, pero es más grave cuando se presenta en bebés y en niños pequeños. Un bebé podría contraer pertusis antes de tener la edad suficiente para recibir las vacunas que previenen esta infección. La pertusis es causada por bacterias. Se propaga fácilmente por el aire cuando una persona infectada con pertusis tose o estornuda.
Los síntomas más comunes incluyen los siguientes:
Puede tomar de 3 a 21 días posteriores al contacto con la bacteria para que su hijo presente pertusis. Este lapso de tiempo se determina como el período de incubación. La pertusis comienza como si fuera un resfriado. Después de un ataque de tos, podría parecer que su hijo no puede tomar su siguiente respiración. Cuando la tos termina y su niño respira, podría producir un sonido sibilante. Cuando el niño tose, la cara o los extremos de los dedos podrían enrojecerse, tornarse azules o blancos debido a que no está recibiendo suficiente oxígeno. Esto podría durar 2 semanas o más. Después de 2 a 4 semanas más, su niño comenzará a sentirse mejor. La tos podría durar de 1 a 3 meses. Su hijo también podría presentar los siguientes signos y síntomas:
- Congestión nasal y estornudos
- Ojos rojos o llorosos
- Una tos que podría empeorar después de 7 a 14 días
- Fiebre
- Fatiga
- Falta de interés en las comidas o bebidas
- Vómito provocado por la tos
- Babeo
Llame al número de emergencias local (911 en los Estados Unidos) si:
- Su hijo tiene ataques de tos más fuertes.
- Su hijo tiene falta de aliento o le cuesta mucho respirar.
- La piel entre las costillas o por encima de su esternón se hunde con cada respiración.
- Las fosas nasales de su niño se ensanchan con cada respiro.
Llame al pediatra de su niño si:
- Los labios o uñas de las manos de su niño están azules o blancos.
- Su hijo está vomitando y no puede retener nada.
- Su hijo muestra los siguientes signos de deshidratación:
- Llora sin lágrimas
- Sequedad en la boca o la lengua
- Irritabilidad, somnolencia o mareos
- La fontanela en la parte superior de la cabeza se encuentra hundida (si su bebé es menor de 1 año)
- Orina menos de lo usual
- Piel arrugada
- Su hijo tiene fiebre.
- Su hijo no está tomando líquidos.
- La tos de su niño empeora.
- Su hijo se tira de las orejas o tiene dolor de oído.
- Su hijo no duerme o descansa debido a la tos.
- Usted tiene preguntas o inquietudes sobre la condición o el cuidado de su hijo.
El tratamiento
podría incluir cualquiera de los siguientes:
- AINE como el ibuprofeno, ayudan a disminuir la inflamación, el dolor y la fiebre. Este medicamento está disponible con o sin una receta médica. Los AINE pueden causar sangrado estomacal o problemas renales en ciertas personas. Si su niño está tomando un anticoagulante, siempre pregunte si los AINE son seguros para él. Siempre lea la etiqueta de este medicamento y siga las instrucciones. No administre este medicamento a niños menores de 6 meses de vida sin antes obtener la autorización del médico.
- Acetaminofén alivia el dolor y baja la fiebre. Está disponible sin receta médica. Pregunte qué cantidad debe darle a su niño y con qué frecuencia. Siga las indicaciones. Lea las etiquetas de todos los demás medicamentos que esté tomando su hijo para saber si también contienen acetaminofén, o pregunte a su médico o farmacéutico. El acetaminofén puede causar daño en el hígado cuando no se toma de forma correcta.
- Los antibióticos ayudan a tratar o prevenir infecciones bacterianas.
Manejo de los síntomas de su hijo:
La tos del su niño puede durar 10 semanas o más. Podría ser peor por las noches. La tos evita que la mucosidad obstruya los pulmones. Cualquiera de los siguientes podría ayudar a su niño:
- Lávese las manos con frecuencia. Ayude a su niño a lavarse las manos después de toser, estornudar o usar el baño. También lávese las manos después de cambiar pañales y antes de preparar comidas o comer.
- Ayúdele a su niño durante un ataque de tos. Si su hijo tiene un ataque de tos, acuéstelo de lado en la cuna o en la cama. Esta posición es segura porque evitará que su hijo se ahogue si vomita. También puede sostener a su niño en posición sentada durante un ataque de tos. Ayúdele a su hijo a incorporarse e inclinarse hacia adelante si es más grande. Esto le ayuda a toser más fácilmente para poder deshacerse de la mucosidad de los pulmones.
- Ayude a mantener despejadas las vías respiratorias de su bebé. Use una pera de goma para limpiar suavemente la nariz de su bebé. Lave la pera de goma después de cada uso. Limpie la nariz de su bebé antes de darle pecho o el biberón para que pueda respirar más fácilmente mientras se alimenta. Puede que usted deba darle a su bebé cantidades más pequeñas con más frecuencia si se cansa mientras se alimenta. Limpie la nariz de su bebé antes de acostarlo a dormir.
- Use un humidificador de rocío frío para aumentar el nivel de humedad en el aire de su hogar. Esto podría facilitar que su niño respire y ayudarlo a disminuir su tos.
- De a su niño líquidos según indicaciones. Pregunte cuánto líquido darle todos los días y cuáles líquidos son mejores para él. Es probable que tenga que darle cantidades pequeñas de líquido cada hora cuando esté despierto. Esto le ayudará a evitar la deshidratación. Líquidos buenos para tomar son el agua o jugos de frutas. Limite el consumo de cafeína.
- Dele a su niño comidas pequeñas y sanas frecuentemente. Los alimentos saludables incluyen frutas, verduras, pan integral, productos lácteos bajos en grasa, frijoles, carnes magras y pescado. Los alimentos saludables pueden proporcionarle energía al mismo tiempo que le ayudan a sentirse mejor.
- Haga que su niño descanse lo más posible hasta que empiece a sentirse mejor.
- No fume alrededor de su hijo ni permita que nadie fume a su alrededor. La respiración y la tos pueden llegar a empeorar si se expone al humo.
Evite la propagación de la pertusis:
- Ayude a proteger a otros contra la pertusis. No permita que su niño regrese a la escuela o la guardería hasta que el médico lo autorice.
- Consulte sobre las vacunas con el médico de su niño. Una infección por pertusis no hará que su niño sea inmune a otra infección. Las vacunas DTaP y Tdap ayudan a proteger contra la pertusis. Las vacunas se administran a los niños en varias dosis. El médico de su niño puede ayudarlo a crear un calendario para saber cuándo debe llevar a su hijo. Si su hija adolescente está embarazada, ella debe recibir una dosis de Tdap entre las semanas 27 y 36. La Tdap ayudará a su adolescente a desarrollar anticuerpos contra la bacteria de la pertusis. Ella también pasará los anticuerpos al feto. Esto ayuda a proteger al bebé contra la infección hasta que se desarrolle su sistema inmunitario.
Programe una cita con el médico del niño como se le indique:
Anote sus preguntas para que se acuerde de hacerlas durante sus visitas.
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