Prevención De Contracturas Después De Una Lesión En La Médula Espinal
Medically reviewed by Drugs.com. Last updated on May 4, 2025.
LO QUE NECESITA SABER:
Una contractura es un encogimiento de los músculos, tendones o ligamentos después de una lesión en la médula espinal. Las contracturas limitan el movimiento de una articulación, como la articulación de su muñeca, codo, hombro o tobillo. Las contracturas pueden comenzar a desarrollarse hasta una semana después de sufrir la lesión en su médula espinal. Las contracturas son causadas por daños en los nervios o espasticidad.
INSTRUCCIONES SOBRE EL ALTA HOSPITALARIA:
Acuda a sus consultas de control con su médico según le indicaron:
Anote sus preguntas para que se acuerde de hacerlas durante sus visitas.
Proceso en serie de yesos:
El proceso en serie de yesos se usa para ayudar a estirar las articulaciones. Un yeso se aplica sobre la articulación que está comenzando a contraerse. El yeso se aplicará, retirará y se volverá a aplicar cada 3 a 5 días, por un periodo de varías semanas. Cada vez que le vuelvan a colocar el yeso le estirarán su articulación un poco más. La meta es que la articulación se extienda con el tiempo hasta que recupere su longitud correcta.
Prevenir una contractura:
- Usted podría necesitar una férula u otro dispositivo para mantener su extremidad en la posición correcta.
- Los médicos le enseñarán cómo posicionar su cuerpo para evitar una contractura. También le mostrarán formas para ayudar a controlar la espasticidad.
- Los ejercicios de rango de movimiento ayudan a mantener las articulaciones flexibles para prevenir una contractura. Es posible que necesite a alguien lo ayude a hacer los ejercicios. Pregunte cuáles ejercicios de rango de movimiento son los adecuados y con qué frecuencia debería realizarlos.
Comuníquese con su médico si:
- Usted nota que una articulación empieza a contraerse.
- Usted tiene dificultad para realizar los ejercicios del rango de movimiento.
- Usted presenta problemas de espasticidad.
- Usted presenta enrojecimiento, una ampolla o una llaga abierta.
- Usted tiene dolor, inflamación o ardor en la extremidad.
- Sus dedos de las manos o pies están entumecidos o pálidos fuera de lo acostumbrado.
- Usted tiene preguntas o inquietudes acerca de su condición o cuidado.
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