Epoc: Prevenir Las Exacerbaciones
Medically reviewed by Drugs.com. Last updated on May 4, 2025.
CUIDADO AMBULATORIO:
Una exacerbación de la EPOC
significa que sus síntomas empeoran muy rápidamente y pueden llegar a ser potencialmente mortales. Las exacerbaciones pueden ser desencadenadas por infecciones como un resfriado o la gripe. Los irritantes pulmonares, como la contaminación del aire, el polvo, los vapores o el humo, también pueden provocar una exacerbación.
Acuda a sus citas de rehabilitación pulmonar si así se lo indicaron:
La rehabilitación es un programa dirigido por especialistas que lo ayudan a aprender a controlar la EPOC. Por ejemplo, un neumólogo (especialista en pulmones), un dietista o un terapeuta del ejercicio. Los especialistas lo ayudarán a hacer un plan para evitar los desencadenantes que causan una exacerbación.
La protección propia contra los gérmenes:
Los gérmenes pueden llegar a sus pulmones y causar una infección. Una infección en sus pulmones puede crear mayor mucosidad y hacer la respiración más difícil. Una infección también puede crear una inflamación en sus vías aéreas y evitar que el aire entre en ellas. Usted puede disminuir el riesgo de una infección al realizar lo siguiente:
- Lávese las manos frecuentemente. Lávese las manos varias veces al día. Lávese después de usar el baño, después de cambiar pañales y antes de preparar la comida o comer. Lávese las manos por al menos 20 segundos. Enjuáguese con agua corriente caliente. Luego séquese las manos con una toalla limpia o una toalla de papel. Puede usar un desinfectante para manos que contenga alcohol, si no hay agua y jabón disponibles.
- Siempre cubra su boca al toser. Tosa en un pañuelo desechable o en la manga de su camisa para no contagiar los gérmenes con sus manos.
- Trate de evitar a las personas que están resfriadas o tienen gripe. Si usted está enfermo, manténgase alejado de otras personas lo más que pueda.
- Pregunte sobre las vacunas que pudiera necesitar. Su médico puede recomendarle estas y otras vacunas:
- Pregunte a su médico sobre las vacunas para gripe y neumonía. Todos los adultos deben recibir la vacuna contra la gripe (influenza) tan pronto como se recomiende cada año, generalmente en septiembre u octubre. Se recomienda la vacuna contra la neumonía para todos los adultos de 50 años o más, para prevenir la enfermedad neumocócica como la neumonía. Los adultos de entre 19 y 49 años que están en alto riesgo de enfermedad neumocócica también deberían recibir la vacuna. Es posible que necesite 1 dosis o 2. El número depende de la vacuna utilizada y de sus factores de riesgo.
- Las vacunas contra la COVID-19 se administran a los adultos en forma de inyección. Se recomienda al menos 1 dosis de una vacuna actualizada para todas los adultos. Las vacunas contra la COVID-19 se actualizan a lo largo del año. Los adultos de 65 años o más necesitan una segunda dosis de vacuna actualizada al menos 4 meses después de la primera dosis. Su médico puede ayudarle a programar todas las dosis necesarias a medida que se disponga de vacunas actualizadas.
No fume:
La nicotina y otros químicos contenidos en los cigarrillos y puros pueden causar daño pulmonar y empeorar la EPOC. Pida información a su médico si usted actualmente fuma y necesita ayuda para dejar de fumar. Los cigarrillos electrónicos o el tabaco sin humo igualmente contienen nicotina. Consulte con su médico antes de utilizar estos productos.
Evite el humo del cigarrillo cuando alguien más está fumando:
Esto es humo que otra persona exhala. Incluso si usted nunca ha fumado o ha dejado de fumar, es importante evitar el humo de segunda mano. Este humo también puede causar daño pulmonar o desencadenar una exacerbación.
Use la respiración con los labios fruncidos cada vez que sienta que le falta el aire:
- Inhale a través de la nariz. Use los músculos de su abdomen para ayudar a llenar sus pulmones con aire.
- Exhale lentamente a través de la boca con sus labios levemente fruncidos. Debería hacer un silbido tenue cuando echa el aire hacia afuera.
- Trate que la exhalación dure el doble que la inhalación. Esto le ayuda a deshacerse de la mayor cantidad de aire de sus pulmones como sea posible.
- Repita este ejercicio varias veces. Cuando se acostumbre a la respiración con los labios fruncidos, usted puede hacerlo en cualquier momento en caso que necesite más aire.
Tome sus medicamentos como se le indique:
Su médico le puede recetar un medicamento para ayudarlo a respirar mejor. Es importante que tome sus medicamentos según las indicaciones para prevenir o interrumpir una exacerbación. Surta sus medicamentos antes que se le vayan a terminar para que no vaya a faltar una dosis. Hable con su médico o farmacéutico en caso de tener alguna pregunta de cómo tomarse sus medicamentos.
- Los broncodilatadores de acción rápida pueden llamarse aliviadores o inhaladores de rescate. Ellos alivian síntomas súbitos y graves, y empiezan a trabajar de inmediato.
- Los broncodilatadores de acción prolongada pueden llamarse controladores o medicamentos de mantenimiento. Este medicamento ayuda a abrir las vías respiratorias con el tiempo. Se utiliza para prevenir problemas respiratorios. Los broncodilatadores de acción prolongada no deben usarse para aliviar los síntomas súbitos y severos, como la dificultad para respirar.
Evite cualquier cosa que empeore sus síntomas:
Evite ir a lugares de mucha altitud y lugares con humedad elevada. Permanezca adentro o cúbrase la boca y nariz con una bufanda cuando esté afuera durante la temporada fría. Quédese adentro en los días cuando la contaminación del aire o el conteo de polen están altos. No use aerosoles como desodorante, repelente para insectos y laca para el cabello.
Ejercítese diariamente:
Realice una actividad física por lo menos por 20 minutos cada día para aumentar su energía y disminuir su falta de aliento. Consulte con su médico acerca de cuál es el mejor régimen de ejercicio para usted.
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Tome líquidos según sus indicaciones:
Es probable que usted tenga que tomar más líquido que de costumbre. El líquido lo ayudará a mantener sus vías respiratorias humectadas y a toser más efectivamente. Pregunte cuánto líquido debe tomar cada día y cuáles líquidos son los más adecuados para usted.
Acuda a la consulta de control con su médico según las indicaciones:
Es posible que necesite más exámenes. Su médico puede derivarlo a un especialista, dependiendo de sus necesidades. Algunos servicios especializados pueden estar disponibles a través de su programa de rehabilitación pulmonar. Anote sus preguntas para que se acuerde de hacerlas durante sus visitas.
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