Covid-19 Persistente
Medically reviewed by Drugs.com. Last updated on Apr 6, 2025.
LO QUE NECESITA SABER:
COVID-19 persistente es un término utilizado para describir los efectos continuos de la infección por COVID-19. Los signos y síntomas se consideran COVID-19 persistente si comienzan o continúan al menos 4 semanas después de la infección. Los expertos creen que el sistema inmunitario de algunas personas reacciona de forma exagerada ante el virus que causa la COVID-19. El sistema inmunitario ataca el virus, pero también los nervios, los vasos sanguíneos y los órganos sanos. Todavía no se sabe cuánto tiempo podrían continuar los síntomas. Cualquier persona que haya tenido COVID-19 puede desarrollar COVID-19 persistente, incluso si los síntomas fueron leves o nunca se desarrollaron. La COVID persistente también puede denominarse afección post-COVID, COVID posaguda o COVID crónica. Los efectos a largo plazo causados por el virus también pueden denominarse secuelas posagudas del SRAS-CoV-2 (PASC).
INSTRUCCIONES SOBRE EL ALTA HOSPITALARIA:
Llame al número de emergencias local (911 en los Estados Unidos) si:
- Usted tiene alguno de los siguientes signos de derrame cerebral:
- Adormecimiento o caída de un lado de su cara
- Debilidad en un brazo o una pierna
- Confusión o debilidad para hablar
- Mareos o dolor de cabeza intenso, o pérdida de la visión.
- Tiene alguno de los siguientes signos de un ataque cardíaco:
- Estrujamiento, presión o tensión en su pecho
- Usted también podría presentar alguno de los siguientes:
- Malestar o dolor en su espalda, cuello, mandíbula, abdomen, o brazo
- Falta de aliento
- Náuseas o vómitos
- Desvanecimiento o sudor frío repentino
- Tiene convulsiones (y no tiene un trastorno convulsivo conocido).
- Usted está confundido.
- Tiene dificultad para respirar repentina o tose con sangre.
- Tiene entumecimiento en las piernas o dificultad para moverlas.
Busque atención médica de inmediato si:
- Su brazo o pierna se siente caliente, sensible y adolorida. Se podría ver inflamado y rojo.
- Tiene falta de aliento, incluso cuando está en reposo.
- Tiene debilidad muscular reciente.
- Tiene cambios en la visión o en la audición.
Llame a su médico o especialista si:
- Tiene fiebre.
- Usted tiene preguntas o inquietudes acerca de su condición o cuidado.
Medicamentos:
Es posible que usted necesite alguno de los siguientes:
- AINE como el ibuprofeno, ayudan a disminuir la inflamación, el dolor y la fiebre. Este medicamento está disponible con o sin una receta médica. Los AINE pueden causar sangrado estomacal o problemas renales en ciertas personas. Si usted toma un medicamento anticoagulante, siempre pregúntele a su médico si los AINE son seguros para usted. Siempre lea la etiqueta de este medicamento y siga las instrucciones.
- Acetaminofén alivia el dolor y baja la fiebre. Está disponible sin receta médica. Pregunte la cantidad y la frecuencia con que debe tomarlos. Siga las indicaciones. Lea las etiquetas de todos los demás medicamentos que esté usando para saber si también contienen acetaminofén, o pregunte a su médico o farmacéutico. El acetaminofén puede causar daño en el hígado cuando no se toma de forma correcta.
- Los esteroides ayudan a bajar la inflamación.
- Los antibióticos ayudan a evitar o a tratar una infección bacteriana.
- Tome sus medicamentos como se le haya indicado. Consulte con su médico si usted cree que su medicamento no le está ayudando o si presenta efectos secundarios. Infórmele al médico si usted es alérgico a algún medicamento. Mantenga una lista actualizada de los medicamentos, las vitaminas y los productos herbales que toma. Incluya los siguientes datos de los medicamentos: cantidad, frecuencia y motivo de administración. Traiga con usted la lista o los envases de las píldoras a sus citas de seguimiento. Lleve la lista de los medicamentos con usted en caso de una emergencia.
El manejo de sus síntomas:
- Descanse tanto como sea necesario. Tome siestas y cambie su horario de acuerdo con su nivel de energía. Es posible que necesite descansar durante 5 a 10 minutos o más cada hora. Trate de acostarse y levantarse a la misma hora todos los días.
- Controle cualquier otra condición médica que usted tenga. Algunas afecciones de salud pueden causar síntomas similares a los de la COVID-19 o que pueden empeorar otros síntomas. Por ejemplo, una exacerbación del asma o de la EPOC puede causar problemas respiratorios que pueden empeorar los problemas respiratorios de larga duración de la COVID-19. Es posible que tenga que comprobar su nivel de oxígeno en sangre con un aparato llamado oxímetro de pulso. El dispositivo muestra la frecuencia cardíaca y el porcentaje de oxígeno en la sangre. Su médico puede decirle cuándo y con qué frecuencia lo debe revisar.
- Pregunte sobre las vacunas que pudiera necesitar. Debe recibir la vacuna contra la influenza (gripe) tan pronto como se lo recomienden cada año, generalmente en septiembre u octubre. Vacúnese contra la neumonía y el virus respiratorio sincitial (VRS), si se lo recomiendan. Reciba una vacuna contra la COVID-19 actualizada según las indicaciones. Su médico puede indicarle si también debe recibir otras vacunas, y cuándo aplicárselas.
- Consuma alimentos saludables y variados. Los alimentos saludables incluyen verduras, frutas, carnes magras, aves, pescado, productos lácteos bajos en grasa, frutos secos, panes integrales y frijoles cocidos. Hable con su médico si tiene pérdida del apetito o algún problema para comer. Su médico o un dietista pueden ayudarlo a crear planes de comidas y bocadillos saludables.
- Manténgase tan activo físicamente como pueda. La actividad física ligera, como caminar, puede ayudar con muchos síntomas. Por ejemplo, la actividad puede ayudar a que los pulmones funcionen mejor, mejorar el sueño y aliviar la depresión o la ansiedad. Comience con una actividad liviana la mayoría de los días de la semana. Puede ir aumentando la actividad a medida que se sienta mejor. Hable con su médico si no se siente capaz de hacer ninguna actividad física. Su médico puede recomendarle que trabaje con un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional. Un fisioterapeuta puede ayudarlo a aumentar la actividad. Un terapeuta ocupacional puede ayudarlo a planificar actividades en torno a sus síntomas.
- Mantenga un registro escrito de sus actividades y síntomas todos los días. Este registro o diario le ayudará a determinar cuándo tiene más energía. Podrá además estar consciente del progreso realizado. Traiga este registro con usted a sus citas de seguimiento.
- Busque apoyo. Pregunte a su médico sobre los grupos de apoyo en su área. Un grupo de apoyo es un lugar para hablar con otras personas que también tienen COVID-19 persistente. Puede hablar de sus sentimientos y recibir consejos para controlar los síntomas. La terapia de conversación con un profesional de la salud mental también puede ayudarlos a usted y a sus familiares a controlar el estrés de la COVID-19 persistente.
- Limite o no consuma bebidas alcohólicas. Pregúntele a su médico si usted puede tomar alcohol. Su médico puede ayudarlo a establecer límites en el número de bebidas que toma en 24 horas y en una semana. Un trago equivale a 12 onzas de cerveza, 5 onzas de vino o 1 onza y ½ de licor.
- No fume. La nicotina y otros químicos en los cigarrillos pueden dañar el corazón y los pulmones. Pida información a su médico si usted actualmente fuma y necesita ayuda para dejar de fumar. Los cigarrillos electrónicos o el tabaco sin humo igualmente contienen nicotina. Consulte con su médico antes de utilizar estos productos.
Acuda a la consulta de control con su médico según las indicaciones:
Es posible que necesite acudir para que le hagan pruebas o le administren un tratamiento continuo. Su médico también podría derivarlo a un especialista. El especialista dependerá de sus síntomas y de las zonas del cuerpo afectadas. Anote sus preguntas para que se acuerde de hacerlas durante sus visitas.
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